El ácido sulfúrico es un compuesto químico de carácter fundamental en el mundo de hoy. Producido en enormes cantidades, y de presencia tan notable, es asumido como indicador del desarrollo industrial de las naciones. Este es un ácido de cualidades extraordinarias, posee una gran facilidad para reaccionar con otros muchos elementos. Las aplicaciones del ácido sulfúrico y su consumo en múltiples áreas, son formidables.
El ácido sulfúrico es una sustancia oleaginosa, translucida, soluble en agua pero, altamente corrosiva para con metales y tejidos orgánicos. Su propiedad desecante (eliminación del agua) es muy recurrida en la industria del papel, el azúcar y la madera. De todas las sustancias químicas, este ácido es uno de los más importantes por su participación en muchos procesos. En la mayoría de esos casos, el ácido sulfúrico interviene indirectamente, como un catalizador.
El crecimiento en la demanda de ácido sulfúrico está ligada a la producción de los ácidos fosfórico y fluorhídrico. Ocurre lo mismo para con el dióxido de titanio, el sulfato de amonio y el procesamiento del uranio. Su fórmula química es H2SO4 y es uno de los seis ácidos clasificados como fuertes de la química. Esto le reconoce su gran capacidad corrosiva útil para muchas aplicaciones industriales.
Aplicaciones del ácido sulfúrico: fabricación de fertilizantes
En el siglo XIX el químico alemán, Justus von Liebig descubrió que el ácido sulfúrico poseía una cualidad sorprendente. Se dio cuenta de que, añadido a los suelos, el ácido acrecentaba la cantidad de fósforo disponible para las plantas. A partir de tal descubrimiento, le fue posible desarrollar uno de los primeros fertilizantes artificiales que se haya conocido.
Este aporte de von Liebig fue enormemente significativo para el mundo de hoy. Si acaso hay una industria que emplea en cantidades considerables el ácido sulfúrico, es precisamente, la industria de los fertilizantes. Se afirma que la cantidad de ácido que emplea esta industria, alcanza un volumen del 60% del total producido. En ella, la mayor parte del ácido sulfúrico se procesa para producir ácido fosfórico, materia prima para elaborar materiales fertilizantes.
En la industria petrolera y petroquímica
Otra de sus aplicaciones significativas se halla en la industria petrolera donde se emplea para la refinación del hidrocarburo. Igualmente se le emplea con frecuencia, en la rehabilitación de yacimientos de petróleo y gas. En la industria de la química del petróleo, se emplea en la refinación, alquilación y depuración de los derivados del petróleo en crudo.
Por otro lado, se utiliza en la producción de pigmentos colorantes sintéticos y para la fabricación de detergentes y plásticos. Otra actividad relevante está en la manufactura de muchos explosivos modernos. En la industria química, el ácido sulfúrico se utiliza para producir pigmentos de dióxido de titanio y el ácido clorhídrico.
Procesado de metales y maderas
El ácido sulfúrico se utiliza para el tratamiento y purificación (lixiviación) de metales como el acero, el cobre, el uranio, ente otros. Se utiliza en grandes cantidades, en los procesos de eliminación del óxido (decapado) del acero. Del mismo modo, con él se formulan los llamados baños electrolíticos, necesarios en la depuración de metales no ferrosos.
Por su propiedad higroscópica, algunos procesos de las actividades de la industria de la madera y del papel, requieren de la utilización del ácido sulfúrico. Lo mismo ocurre en algunas actividades textiles, de fabricación de fibras químicas y en el tratamiento de pieles y cueros.
Otras aplicaciones del ácido sulfúrico
Un producto común que está mucho más acerca del consumidor final son las baterías (o acumuladores) que usan los automóviles. Estos utensilios contienen ácido sulfúrico, aunque en pequeñas cantidades, que al reaccionar con el plomo que también contienen, genera electricidad. Esta energía es la que le da vida a todo un conjunto de componentes eléctricos del vehículo. Esta aplicación representa una mínima parte del consumo total de ácido sulfúrico.